Aprovechando este atípicamente caluroso otoño (veroño como lo han bautizado algunos) nos fuimos a conocer el árbol más grande catalogado en el Sur de la Península, la Encina de la Peana. Durante la ruta, visitamos otros ejemplares de encina de considerable tamaño, pero empequeñidos con el porte del de nuestro objetivo.
Iniciamos la ruta desde la Encina del Marchal del Abogado.
Cruzamos el Barranco del Pocico, con un nogal de grandes dimensiones también.
Sierra de las Estancias al frente, y a lo lejos, la Sierra de María.
Ya se divisa la Encina de la Peana, aún no somos conscientes de su tamaño.
Encina de la Peana, un gigante superviviente de otras épocas en las que el bosque mediterráneo ocupaba nuestras sierras.
Encina de Trébede o de la Loma, nuestro último objetivo.
Visitamos el Cementerio de La Loma.
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